martes, 4 de abril de 2017

Espectros en Irak.

"En el año 2003 fui parte de un cuerpo de marines estacionados en Irak.
Además del combate, la miseria y todas las cosas horribles de la guerra, también tuve varios encuentros con lo sobrenatural. Recuerdo que en una ocasión fuimos enviados a explorar una ciudad bombardeada, ya que Inteligencia creía que ahí se encontraba un gran depósito de armas del ejército iraquí.
Recorrimos las ruinas por horas hasta dar con una trampilla de metal bloqueada por escombros. Al abrirla, vimos que daba paso a una escalera subterránea bastante profunda; por lo que el comandante intuyó que se trataba de un búnker y que posiblemente podría contener un gran almacén de armas e incluso combatientes ocultos.
Nos organizamos en equipos de cuatro para descender por las escaleras, lo que fue una tarea difícil gracias a los escombros. Al fondo se encontraba una gran puerta de hierro que a su vez conducía a un búnker, pero no encontramos armas. En lugar de ello, había instrumentos de tortura muy variados; e incluso una habitación llena de ceniza, con muchas huellas de manos en la pared.
Escuchábamos ruidos en los ductos de ventilación, pero la cámara de espionaje que enviamos por ellos no registró nada fuera de lo común. Se nos ordenó salir por la supuesta presencia de un agente químico que hizo sentir mal a varios del equipo y pasamos los días siguientes en la enfermería; sufriendo de vómito y fiebres intensas.

En otra ocasión nos tocó montar guardia en una vieja base aérea, al lado de la cual se alzaba un hospital antiguo de seis pisos y con paredes de arcilla. El lugar estaba en tan mal estado después de los bombardeos que las escaleras habían colapsado y no pudimos explorar los pisos superiores. En todo el tiempo que estuvimos en el lugar se escuchaban gritos y voces que venían de las zonas bloqueadas.

Pero de todo eso, lo más aterrador pasó en el campo aéreo conocido como H1.
Verán, los iraquíes sobrevivientes por lo regular saqueaban las áreas abandonadas y bombardeadas en busca de provisiones. Hospitales, bases militares, de la fuerza aérea e incluso el zoológico de Bagdad. Pero por alguna razón que no entendíamos, el H1 estaba intacto cuando llegamos; y nuestros guías iraquíes se negaban a pisar el lugar.
De manera oficial, el H1 también servía como una prisión en la cual Saddam encerraba a sus prisioneros y disidentes políticos, forzándolos a trabajar en una fábrica de armamento cercana hasta que morían por cansancio; y después de ello arrojaba los cuerpos en fosas comunes a lo largo de la base.
Nos quedamos en un edificio intacto del perímetro exterior, unas barracas muy mal equipadas y bastante frías. La fábrica de los prisioneros tampoco presentaba daño por los bombardeos y el combate en días anteriores, lo que me sorprendió mucho porque se trataba de un edificio construido con láminas de metal y páneles de madera. En fin, lo interesante de esta historia ocurrió durante una noche en que me tocó el turno de francotirador nocturno.

Esa noche, veía una luz parpadeando en la cima de la fábrica a través de los goggles de visión nocturna; la cual desaparecía cada que me los quitaba. Le conté al comandante y me ordenó ir a revisar, así que subí con un grupo de compañeros al tercer piso de la fábrica.
El lugar daba miedo, uno de esos sitios extraños que te dan un mal presentimiento en cuanto entras en ellos pese a que éramos cuatro soldados armados hasta los dientes. En cuanto entramos, el viento empezó a soplar y lanzó una polvareda que nos impedía respirar; así que cerramos las puertas de la bodega detrás de nosotros. Al subir las escaleras, pudimos escuchar un sonido como de metal rozando entre sí, pero no encontramos nada en ningún momento.
En el primer piso había una prisión conectada al edificio, y arruinada en gran parte. Mientras caminábamos por ella, un compañero apuntó con su linterna en una dirección y dijo que alcanzó a ver a un niño pequeño agazapado en una esquina; pero nadie más lo vio. Eso fue algo que omitimos en el reporte, porque lo achaqué a los nervios de mi compañero.
Pusimos sensores de movimiento en el perímetro, y se suponía que sonaran si algo pasaba a través de ellas. Y efectivamente, los sensores no dejaban de sonar; como si algo invisible pasara constantemente entre ellos.
Escuchábamos gritos cada noche, pero el comandante lo achacó a zorros del desierto y otros animales cuyas llamadas nocturnas sonaban parecidas. Así que eso lo ignoramos. Otros más dijeron que llegaban a escuchar los gritos de una mujer cerca de las ruinas de una cabaña, pero tampoco la encontramos."

miércoles, 7 de diciembre de 2016

El alien en el bosque.

Me encontraba en un parque, visitando a un amigo que tiene un hijo de la misma edad que el mío. El parque era pequeño, y consistía de una cancha de tenis, un campo de juegos y un sendero de concreto que rodeaba el parque. Pasando la cancha de tenis, solo había unos cuantos prados y muchos árboles.
Mientras nuestros niños jugaban, mi amigo y yo fuimos a caminar por el sendero hasta llegar a un pequeño camino de terracería que conducía directo a los bosques. Entramos en él un par de metros, pero nos detuvimos al escuchar algo. Ambos miramos a donde provenía el ruido, un pequeño barranco a unos veinticinco metros, y vimos algo moviéndose entre los árboles.
Nos mantuvimos en silencio y quietos cuando nos dimos cuenta de qué se trataba.

Al principio fue difícil verlo, porque era muy delgado y se movía lentamente. Y podríamos haberlo confundido con un árbol meciéndose en el viento, pero esta cosa no era un árbol. De hecho se movía como los pulpos en el agua, muy tranquilo y con movimientos lentos.
Para describirlo... bueno, imaginen una escoba. Pero en lugar de un cepillo, tenía muchas patitas largas y delgadas con las que caminaba por el suelo como un cangrejo. La parte al final del palo, lo que sería el extremo superior del mango, tenía una forma hinchada y deforme. 
Nos asustamos al verlo, porque no había una manera de explicar qué rayos era. No parecía un animal de la tierra, de hecho; porque ni siquiera los insectos se mueven así. 
Como ya dije, parecía un pulpo moviéndose en el fondo del océano, como en los documentales.
Sin decir algo, volvimos al campo de juegos, tomamos a los niños y salimos del lugar. Nunca he sabido como categorizarlo, pensar siquiera qué podría ser. Algún animal desconocido, una especie de insecto mutante o incluso un extraterrestre.
No sé. El solo contar la historia me da escalofríos.

Los maniquíes.

Esta historia ocurrió en 1999, no recuerdo exactamente el mes, solo que era una noche tormentosa y fría. En ese tiempo vivía con mis padres en Tranquility, California. Ese día decidí ir de fiesta con algunos amigos en la ciudad de San Joaquín, que está a unos cuatro kilómetros de Tranquility.
Estábamos pasando un buen rato, pero poco después de la medianoche tuve problemas con un tipo que estaba demasiado ebrio y causando problemas. Yo también había bebido demasiado, así que cuando nos separaron, decidí que era tiempo de volver a casa.
Había ido a la fiesta con un amigo mío, pero cuando lo busqué para pedirle que nos fuéramos, me dijeron que se había ido con alguien y sin decir donde había ido o cuando volvería. Bueno, de cualquier modo, no quería quedarme más tiempo y decidí caminar por la autopista que conecta las dos ciudades. Hubo algunos que intentaron persuadirme, diciéndome que era peligroso y que mejor me quedara, pero estaba demasiado ebrio como para hacerles caso.

Recuerdo bien que esa noche hacía un viento frío, y que definitivamente caminar esos cuatro kilómetros no fue la mejor decisión que pude haber tomado esa noche. Pensé que tal vez podría pedir aventón y a lo mejor alguien se detendría para llevarme.
Ya llevaba una tercera parte del camino cuando caí en cuenta de que había cometido un grave error. Debí haberme quedado y esperado a mi amigo. Fue en ese momento cuando vi las luces de un auto viniendo hacia mí, así que levanté el pulgar y esperé, pero el auto siguió de largo. Un par de minutos después, vi otro carro que venía por el camino y volví a hacer el gesto de pedir aventón. Además de que hacía frío, estaba comenzando una tormenta eléctrica y caían rayos por todos lados.
Pero nada. 
Decidí que era suficiente, así que me giré y pensé en regresar a San Joaquín cuando un tercer auto apareció en el camino. Saqué de nuevo el pulgar y por un momento, parecía que el auto pasaría de largo... hasta que se detuvo a unos quince metros de mí. Empecé a caminar hacia él, alegre de que por fin iba a conseguir un camino de vuelta a casa y a quitarme el frío.

Conforme me acercaba al auto, la puerta del conductor se abrió y salió un hombre. Ahí se me heló la sangre: Había algo muy raro en la manera en que salió. Como si sus movimientos fuesen tiesos e incómodos. Iba a decirle algo cuando un relámpago iluminó el cielo y pude verlo con claridad.
¡Se veía como uno de esos maniquís de tienda departamental! Tenía una expresión en blanco, con una ligera sonrisa , y caminaba con mucha dificultad. Iba a echar a correr cuando la puerta del copiloto se abrió y también apareció otra de esas cosas, pero esta era una mujer.  Otro rayo la iluminó, y efectivamente era otro maniquí.

Grité y corrí hacia un campo de maíz al lado de la carretera. Los tallos medían poco más de un metro ochenta de alto, y al parecer no tenía mucho de que los habían regado, porque la superficie era un lodazal que me cubría poco arriba de los tobillos.
Seguí sin detenerme, pese a lo difícil que era correr por el lodo. Al cabo de unos quince minutos, me detuve por un momento para recuperar el aliento. Y escuché el sonido de alguien caminando detrás de mí, agitando los maizales.
Me empezaba a sentir mareado, como si fuera a desmayarme. Recé porque esas cosas no me encontraran si eso pasaba, y permanecí no sé cuanto tiempo agachado y esperando. Escuché más movimiento en los maizales. Esas cosas me seguían buscando. 
Al final, pasó mucho tiempo hasta que escuché el ruido de las puertas de un automóvil cerrándose, seguido por el de un motor y el auto acelerando. Sobra decir que no volví a la carretera, si no que continué por el maizal hasta salir del otro lado. Para entonces me encontraba exhausto, y casi colapsé inconsciente. Esperé a las afueras de una granja hasta que amaneció, y entonces decidí regresar a San Joaquín.

Hasta hoy, pensándolo en retrospectiva, intento convencerme de que era alguien jugando bromas. Una pareja que buscara asustar gente en el camino por diversión. No sé. 
Pero de verdad, espero que así haya sido.
Porque si no, ¿qué eran esas cosas en al auto? ¿De dónde vinieron?
Y, ¿dónde podrán estar?

La maldición del jefe Cornstalk.

El jefe Cornstalk (1720-1770).
La ciudad de Point Pleasant, en Virginia del Oeste, es famosa por dos eventos sobrenaturales: el colapso del puente Silver en el río Ohio, y las apariciones del ominoso críptido conocido como el Mothman u "Hombre Polilla". Pero existe una tercera que tal vez podría haber sido la causa directa de las dos anteriores.
La maldición del jefe Cornstalk.

Casi doscientos años atrás, los habitantes de las colonias americanas comenzaban a expandirse hacia el oeste y a entablar fieros conflictos con los nativos americanos por la posesión de tierras. De todos los grandes jefes indios, el más peligroso fue el jefe Cornstalk; quien maldijo a los colonos poco antes de morir traicionado por ellos.
Ya sea por la maldición del jefe Cornstalk o no, pero es cierto que la región fronteriza entre Ohio y Virginia del Oeste es uno de los vórtices de actividad sobrenatural más activos en los Estados Unidos. Los nativos ya la consideraban maldita, plagada por fantasmas y criaturas monstruosas; y es en esta área que también se alza Athens, la ciudad más embrujada de Estados Unidos después de Nueva Orleans.
Durante décadas se han trazado teorías al respecto. ¿Qué podría haber en esa tierra para atraer al Mothman, espíritus y críptidos como el Goatman? La respuesta podría hallarse en un evento sangriento que tuvo lugar durante la Revolución Americana y la maldición del jefe Cornstalk.

El Jefe Cornstalk.
Representación de las luchas entre los Shawnee y los colonos.
En 1770, los indios Shawnee, Delaware, Wyandot, Mingo, Miami, Ottawa e Illinois formaron una confederación de tribus para mantener a raya al hombre blanco. De todos estos, los más poderosos eran los Shawnee, comandados por un jefe guerrero llamado Keigh-tugh-gua, cuyo nombre puede traducirse a Cornstalk (tallo de maíz).
En 1774, cuando los primeros pobladores blancos empezaron a establecerse en los valles de Kanawha y el río Ohio, la confederación se preparó para lo que sería sin duda una guerra a muerte. Las naciones se unieron en una línea a través del río Ohio, con cerca de 1200 guerreros listos para pelear; y su primer objetivo sería el asentamiento de Point Pleasant, del extremo este del río Ohio.
Cuando los colonos se enteraron, enviaron tropas a atacar a los indios. Estos no tuvieron oportunidad alguna, pues aún con su ferocidad y tácticas de guerrilla; fueron presa fácil para los mosquetes y cañones de los soldados blancos. Así, al final de la batalla, solo murieron 140 colonos y más del doble de indios. Las tribus, derrotadas, emprendieron la huida hacia el oeste en las tierras salvajes de Ohio y comenzaron a erigir un fuerte en una intersección entre el río Ohio y el río Kanawha.
En 1777, Cornstalk decidió hacer la paz con los blancos cuando los británicos les propusieron atacar a las colonias rebeldes. Cornstalk y el jefe Delaware Halcón Rojo no querían una batalla con los americanos, así que acudieron a un fuerte para negociar la paz. Cornstalk habló con el comandante de la región, Arbuckle, diciéndole que se oponía a tal guerra y que su tribu era la única que no se había unido a los británicos.
Sin embargo, los americanos decidieron que la única manera de impedir que los indios los atacaran era apresar a Cornstalk y Halcón Rojo; y así forzarlos a rendirse. La captura de Cornstalk llevó a todas las tribu de la región a aliarse con los americanos, enseñarles sus tácticas militares y así finalmente pudieron vencer a los británicos en combates en los cuales estaban en desventaja numérica y tecnológica.

Réplica de Fort Randolph, donde Cornstalk fue detenido.
El 9 de noviembre, el hijo de Cornstalk, Ellinipisco, también fue detenido. Este acto encolerizó a los nativos, que comenzaron a atacar a los colonos en retribución. Como castigo, los soldados del fuerte entraron a las habitaciones de los cautivos y los ejecutaron en venganza.
Mientras Cornstalk yacía moribundo, pronunció una maldición:
"Era amigo del pionero. Muchas veces lo salvé a él y a su hombre del peligro. Nunca quise luchar con ustedes, solo deseaba proteger mis tierras y aldeas. Rechacé unirme a sus enemigos caras pálida, los casacas rojas. Vine al fuerte como amigo y ustedes me asesinaron. Me asesinaron junto con mi hijo... por esto, que la maldición del Gran Espíritu caiga sobre esta tierra. Que esté maldita. Que incluso las esperanzas de aquellos que viven en ella sean malditas. Que la fuerza de su gente sea paralizada por nuestra sangre."

Tras decir esto, Cornstalk falleció, y su cuerpo fue enterrado cerca del fuerte; sobre el río Ohio. Ahí permaneció enterrado por muchos años.
En 1794, se fundó la ciudad de Point Pleasant cerca del viejo fuerte. La tumba de Cornstalk permaneció sin ser perturbada hasta 1840, cuando sus huesos fueron enviados a la corte del condado Maso y en 1899 se levantó un monumento en su memoria. A finales de 1950, los restos que quedaban del jefe Cornstalk (tres dientes y quince fragmentos de hueso) fueron colocados en un ataúd de metal y enterrados junto a la tumba de un antiguo colono amigo de Cornstalk.

El monumento maldito.
El obelisco de Point Pleasant.
Existe un monumento en Point Pleasant que mide más de cuarenta metros de alto y está dedicado a la guerra de independencia Americana. Fue inaugurado en agosto de 1909, un mes después de cuando se tenía planeado alzarlo. Originalmente sería inaugurado el 22 de julio, pero la noche anterior del evento, el cielo estalló misteriosamente con una tormenta eléctrica y dañó la parte superior de una grúa que colocaría el monumento en su lugar.
El 4 de julio de 1921, otro rayo golpeó el monumento, dañándolo y obligando al gobierno a reconstruirlo. Hoy sigue en pie, pero curiosamente parece atraer rayos en días que no hay tormentas eléctricas. Curiosamente, está dedicado a los hombres que murieron en la batalla en que la confederación de Cornstalk fue derrotada.

Tierra maldita.
Para muchos residentes de las áreas vecinas de Virginia del Oeste, Pennsylvania y Ohio, definitivamente hay algo malo en la tierra. Durante más de 200 años, la región ha sido lugar de accidentes, asesinatos y desastres que han sido achacados a la maldición del Jefe Cornstal.
Entre estos se encuentran:
1907 - Una explosión en una mina de carbón de Monongah, Virginia del Oeste; en la cual murieron 310 mineros.
1944 - 150 personas fallecieron durante un tornado que pareció centrarse en esa zona.
1967 - El 15 de diciembre ocurrió el colapso del puente Silver, el cual le costó la vida a 46 personas y trajo consigo la racha de avistamientos del Mothman.
1968 - Un avión de Piedmont Airlines chocó cerca del aeropuerto de Kanawha, matando a 35 a bordo.
1970 - Un DC-10 de Southern Airways chocó de lleno contra una montaña cerca de Huntington, Virginia del Oeste, matando a los 75 tripulantes.
1976 - Un hombre hizo explotar la prisión del condado de Mason, en Point Pleasant. El hombre acudió a la cárcel con una maleta llena de explosivos con la idea de matar a su esposa y a sí mismo. Su esposa estaba encerrada por el asesinato de su hija pequeña. En el incidente, la pareja y tres oficiales resultaron víctimas.
1978 - Un tren de carga se descarriló en Point Pleasant y derramó miles de litros de químicos tóxicos que contaminaron los pozos que suministraban agua a la ciudad.
1979 - La planta eléctrica de Willow Island, al norte de Point Pleasant, colapsó por un error en la construcción y mató a 51 trabajadores que se encontraban en su interior.

Y a estos accidentes se les añaden otras extrañas calamidades... tornados, incendios, inundaciones. Point Pleasant ha sido casi destruida en tres ocasiones por explosiones e incendios, así como un colapso económico y comercial en la ciudad.
La placa memorial del Jefe Cornstalk.
"En este monumento yacen los restos de Keigh-tugh-qua, mejor conocido como Cornstalk para los primeros colonos y pioneros. El jefe Cornstalk era bien conocido y respetado por los colonos y las tribus nativas del río Ohio. Como jefe de los Shawnees y cabeza de las Tribus Confederadas del Noroeste, Cornstalk decidió entablar la paz con los colonos. Sin embargo, fue obligado a liderar el ataque en 'Long Knigves', en la batalla de Point Pleasant el 10 de octubre de 1774. Aunque sobrevivió a la batalla, murió tres años más tarde."

miércoles, 30 de noviembre de 2016

El Dogman de Michigan.


"En algún lugar de la oscuridad de los bosques del norte, hay una criatura que camina como hombre. Y el mejor consejo que podrías recibir es jamás salir durante la noche."
-"La leyenda del Dogman", 1987.

El Dogman de Michigan (lit. "hombre perro") es una entidad criptozoológica reportada por primera vez en el condado de Wexford, en el estado norteamericano de Michigan; y se le describe como un hombre lobo o canino bípedo de más de dos metros de alto y brillantes ojos azules o ambarinos, y cuyo aullido suena como un grito humano.
Las leyendas especifican que el Dogman aparece cada diez años, y se han reportado encuentros con este ser a lo largo de todo el estado de Michigan; aunque son más numerosos en el cuadrante norte de la Lower Peninsula. 

La Leyenda.
A diferencia de otros críptidos como el Mothman, el Monstruo de Loch Ness, el Ogopogo, Sasquatch o el Yeti; la leyenda del Dogman era prácticamente desconocida más allá de las fronteras de Michigan. Las primeras referencias a este ser datan de las tribus Odawa, antes de la colonización europea; y de acuerdo a los Odawa, había "algo" que aechaba los bosques en torno al río Manistee.
La leyenda moderna comienza en Traverse City, el primero de abril de 1987. Como parte de una broma del día de los inocentes, el productor Steve Cook escribió y grabó una canción llamada "La Leyenda"; en la cual imaginó el cuento de los 'dogmen', una especie de hombres lobo sobrenaturales que aparecían cada diez años para aterrorizar a los residentes del norte de Michigan. La canción habla de un grupo de leñadores persiguiendo lo que creían era un gran perro, solo para que el animal se girara y se alzara en dos patas, de caballos encontrados muertos, de grandes huellas los caminos rurales y de un grupo de hippies en una camioneta encontrando el rostro sonriente de un perro afuera de la ventana del auto.
La canción fue tocada dos veces ese día, sin respuesta o llamada alguna de los radioescuchas. Cook y su DJ, O'Malley, estaban por hablar al aire y decir que la leyenda era una broma cuando las líneas telefónicas estallaron con llamadas de personas preguntando por la canción.

¿Broma o realidad?
Supuesta fotografía del Dogman en Meadow Lake.
O'Malley contestó el teléfono al aire. Al otro lado de la línea se encontraba un anciano que decía haberse sentido muy perturbado al escuchar la canción, pues le trajo recuerdos de un encuentro con una criatura similar años antes.
Cook y O'Malley desecharon la historia como una casualidad, pero durante las semanas siguientes recibieron decenas de llamadas sobre encuentros con el Dogman. Los dos hombres se encontraban perplejos, pues la canción no buscaba hacer referencia a una leyenda existente o causar un pánico como en la transmisión de la Guerra de los Mundos de Welles, solo era una broma hablando de un monstruo falso.
De cualquier manera, "La Leyenda" se convirtió en la canción más pedida de la radio en Michigan; mientras los diarios locales empezaron a encontrarse con historias sorprendentemente similares: El diario de un trampero francés en 1804 que hablaba de un encuentro con el "loup garou". Una carta de 1887 que describía a un "lobo gris" que caminaba en dos patas. Un Dogman reportado al sheriff de Lake County. Una investigación del Departamento de Recursos Naturales.

Los encuentros con el Dogman.
La fotografía del vigilante.
Big Rapids, 1961 - En ese año, un vigilante que trabajaba en una planta manufacturera ubicada en el área rural entre Big Rapids y el Lago Chippewa; se encontraba dando un rondín cuando vio movimiento cerca de la valla que delimitaba la propiedad de la fábrica de un pantano conocido como el Haymarsh.
Eran cerca de las tres de la mañana, así que tomó su arma y esperó unos minutos para ver si se trataba de un ladrón o un grupo de muchachos intentando causar problemas. Lo que emergió de los arbustos al otro lado de la valla no era humano, si no un ser bípedo mucho más alto que un hombre adulto, cubierto de pelo gris, de complexión muscular y que alternaba su andar entre bípedo y cuadrúpedo. De acuerdo al vigilante, el animal parecía estar buscando algo en el camino al otro lado de la valla.
Sabiendo que se trataba de algo sobrenatural, el vigilante retrocedió a su caseta y buscó una vieja cámara Kodak de 35 milímetros. Al salir de nuevo al estacionamiento, vio a la criatura aparecer bajo un poste de luz en el camino; y de acuerdo con él, el ser era exactamente como un hombre lobo de las películas de horror.
Tras tomar un par de fotografías, dijo que el animal desapareció corriendo a cuatro patas en dirección a los bosques.

Captura de pantalla de una supuesta grabación del Dogman.
Sandies, 1970 - El área de Sandies es famosa por varios caminos de alpinismo, pero también por un río que corre al lado de un cementerio y ofrece vistas espectaculares. En 1970, tres jóvenes se encontraban remando en una canoa cuando al pasar por el cementerio, vieron que algo los seguía. No le prestaron atención, pensando que se trataba de un perro callejero atraído por el movimiento en el agua; así que siguieron remando. Fue entonces que escucharon un chapoteo y al voltear, vieron que un "hombre lobo" los persiguía nadando en el río. Los chicos empezaron a remar rápidamente, dejando atrás al ser poco antes de llegar a un muelle del pueblo.

Sparta, 1987 - En otoño del mismo año en que Cook grabó la canción, hubo un encuentro en la localidad de Sparta. Dos hombres se encontraban en una cabaña a un par de kilómetros del pueblo cuando decidieron ir por comida y bebida. 
Al recorrer el camino de terracería entre la cabaña y Sparta, vieron un bulto a la distancia. Al acercarse e iluminarlo con el auto, dijeron que parecía una figura humana cubierta de pelo gris. Era tan alto como un hombre, se paraba en dos patas y tenía una cabeza similar a la de un lobo. El animal incluso intentó atacarlos mientras lo pasaban de largo; y los hombres coincidieron en que el ser definitivamente parecía algo salido de "An American Werewolf in London".

Reed City, 1993 - El área alrededor de Reed City, Michigan, siempre se ha caracterizado por ser un punto caliente en cuanto a encuentros con el Dogman. Era el invierno de 1993 cuando una adolescente decidió salir a fumar al pequeño estanque detrás de su casa. Al otro extremo del estanque se encontraba un granero, propiedad de los vecinos de la joven y su familia.
De acuerdo con ella, el granero era una ruina que siempre parecía estar a punto de colapsarse, en especial en los meses fríos de invierno. En fin, la chica se encontraba a unos treinta metros del granero cuando vio "algo" moviéndose en el interior del edificio.
Permaneció en silencio hasta que ese "algo" se giró y la encaró: Se trataba de un monstruo de más de dos metros de alto, de color oscuro y con una cabeza canina de orejas puntiagudas, como un Husky Siberiano o un Pastor Alemán.
Al reportar lo que había visto a la dueña del granero, la mujer la miró con seriedad y la invitó a pasar al interior de la casa. Ya adentro, le contó que sí, que también había visto algo "del tamaño de un búfalo, pero con forma de perro" cerca del granero; pero siempre había decidido ignorarlo.

Watersmeet, 1994 - Watersmeet es una localidad en la península superior de Michigan, famosa por un fenómeno llamado "las luces Paulding", pero en 1994, un niño de trece años encontró al Dogman durante la mañana de navidad.
El niño estaba patinando en un camino congelado, el cual rodeaba un espeso bosque a unos metros de su casa. Era temprano, poco antes del mediodía cuando el chico decidió volver a casa para comer; y estaba quitándose los patines cuando escuchó movimiento en los arbustos al otro extremo del camino, en el lindero del bosque. Se detuvo, pensando que se trataba de un oso o un ciervo, pues en ese lugar eran bastante regulares; pero para su sorpresa y horror se encontró con que algo lo observaba a unos sesenta metros.
Una criatura que no era un oso o un ciervo, cubierto de pelo café grisáceo. El animal parecía un lobo gigante, pero cualquier parecido terminaba ahí; pues el animal se alzó sobre las patas traseras, olfateó el aire por un momento y después desapareció en el bosque.

Alpena, 2001 - Cerca de Alpena existe un río en el cual hay varias islas conectadas a la tierra por medio de un sendero que desaparece cuando la marea es alta. Durante una noche del año 2001, un grupo de preparatorianos se encontraban pasando el rato en una de las islas cuando uno de ellos se apartó del grupo para ir a orinar.
Tras alejarse unos veinte o treinta metros del resto, el testigo dijo haber estado viendo un punto alto en la isla en que los árboles formaban una especie de "techo" sobre un camino. Y en ese camino había algo muy grande, que parecía observarlo de vuelta. 

Bendon, 2007 - Era un sábado a la medianoche cuando un hombre viajaba de vuelta de casa de un amigo en la localidad de Benzonia rumbo a Traverse City. Iba por el camino a las afueras del pueblo de Bendon cuando vio un par de "ojos" reflejando la luz de los faros de su auto. Bajó la velocidad, pensando que se trataba de un ciervo. Al acercarse, sin embargo, cayó en cuenta de que lo que estaba en el amino era mucho más grande y negro que un ciervo.
Viajaba a unos quince kilómetros por hora y estaba a unos doscientos metros de la criatura cuando vio exactamente qué era: No era un ciervo o un oso, parecía un lobo enorme alzado sobre sus patas traseras. El animal se encontraba de pie junto a un cadáver de ciervo, medía más de dos metros de alto y era de un color casi negro.
El monstruo no se movía, y parecía estar mirándolo de forma retadora. Aceleró para asustarlo, y fue hasta el último minuto que el ser saltó a cuatro patas y desapareció en los bosques.
Fotografía encontrada en una tarjeta Micro SD cerca de un sitio de crimen.
Autor desconocido.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Puertas al Infierno.

Muchas religiones coinciden en que hay ciertas áreas de la Tierra donde se ubican "portales" o entradas al inframundo. Por ejemplo, en un sentido geológico podemos hablar de un ardiente agujero en los campos de gas natural en el país de Turkmenistán, la cual es conocida como "La Puerta al Infierno", el monte Etna en Italia, el Lago Avernus en la bahía de Nápoles, el río Acheron en Grecia,  En la tradición Taoísta de China, el condado de Fengdu es una entrada al Diyu, el inframundo; mientras que en la India existe un paso montañoso al norte del país conocido como "el portal de la muerte", por el amplio número de accidentes ocurridos a caravanas civiles y militares.
Y así, existen varios sitios que, ya sea por su historia sangrienta, las condiciones peligrosas del terreno o un contexto religioso; han sido considerados como entradas al infierno o al mundo de los muertos, y que aún el día de hoy despiertan curiosidad y temor reverencial en algunos.

Las entradas al Hades.
El Lacus Curtius hoy.
En la antiguedad, las culturas helénicas y romanas contaban historias de mortales que entraban al inframundo a través de sitios ubicados en áreas remotas del mundo conocido. Por ejemplo, Aeneas visita el inframundo entrando a través de una caverna al borde del lago Avernus en la bahía de Nápoles, mismo sitio usado por Hércules. El Lago Ferna, los ríos Acheron, Cocytus, Lethe, Phlegethon y Estigia; el Cabo Tenaron al sur del Peloponeso y la Puerta de Plutón en Turquía son también considerados portales al reino de Hades.
El mismo dios incluso raptó a Perséfone abriendo una grieta en el suelo de un campo en Sicilia, con el fin de obligarla a casarse con él.
Un caso curioso es el de Lacus Curtius, una fosa misteriosa ubicada en el Foro Romano y la cual ha sido cubierta casi en su totalidad con piedras, pero se dice que antiguamente fue una gran fosa. Nunca se ha descubierto exactamente su significado para los primeros Romanos, e incluso la gente en el periodo de la República se preguntaba porqué estaba ahí. De cualquier manera, los Romanos le temían un pavor gracias a un mito en el cual se decía que la ciudad se salvaría de un grave peligro si se tiraba a ella lo que la ciudad más amara.
Un joven jinete de nombre Marcus Curtius salvó a la ciudad, pues comprendió que la vida de un joven romano era lo que la ciudad más amaba; y así, cubierto con su armadura y montado a caballo, saltó hacia la fosa; cerrándola y salvando a Roma.

Xibalba.
Una cueva en Belice que supuestamente es la entrada a Xibalba.
En la mitología Maya, Xibalba era el inframundo regido por los dioses de la muerte, y se cree que su entrada está cerca de la comunidad guatemalteca de Cobán; al grado de que algunos maya actuales dicen que el área todavía está asociada con la muerte. Hay quienes disputan que la entrada a Xibalba se encuentra en un sistema cavernoso en Belice.
El Popol Vuh describe a Xibalba como la corte subterránea de los dioses del inframundo, los poderosos Señores de Xibalba; siendo los regentes Hun-Came y Vucub-Came, cuyos nombres pueden traducirse como "Primera Muerte" y "Séptima Muerte".
Los otros señores comandaban aspectos del sufrimiento humano como la enfermedad, el hambre, el miedo, la destitución, el dolor y la muerte. Ellos eran Xiquiripat, Cuchumaquic, Ahalpuh, Ahalgana, Chamiabac, Chamiaholom, Alhamez, Ahaltocob, Xic y Patan. 
En Xibalba se ubicaba el consejo de los Señores y las casas de las pruebas. Estas eran la Casa Oscura, un sitio en penumbra total; la Casa del Frío, con temperaturas congelantes, la Casa del Jaguar, llena de felinos hambrientos; la Casa de los Murciélagos, habitada por feroces quirópteros, la Casa de los Cuchillos, llena de hojas filosas que se movían con voluntad propia; y la Casa Caliente, un sitio lleno de fuego y brasas ardientes. 

El monte Hekla.
El Monte Hekla en erupción, año 2000.
El imponente volcán conocido como Hekla, en el sur de Finlandia, es un sitio que siempre ha sido asociado con el infierno por los cristianos de la región. Incluso en la edad media, los monjes que viajaban por Europa contaban ominosas historias de "La Fosa Hekla"; y en 1180, el monje Herbert de Clairvaux escribió que el Volcán era la chimenea del infierno, y que el monte Etna no era más que un caldero comparado con el infierno de Hekla.
En el poema de 1120 sobre los viajes de San Brendan, Hekla es llamado "la prisión de Judas"; y en un manuscrito medieval del siglo XIV, se describía que en el interior del volcán habitaban enormes aves que eran las almas de los malditos.  Hasta el día de hoy se dice que en la cumbre se celebran aquelarres de brujas.

Las puertas a Guinee.
Uno de los cementerios de Nueva Orleans.
En la religión vudú, los recién fallecidos pasan por un purgatorio conocido como Guinee, un reino crepuscular regido por el famoso Barón Samedi. Aunque en realidad no existe un lugar en el cual se establezca la entrada a Guinee, una historia dice que está en Nueva Orleans, en concreto en el cruce entre las calles Canal y Basin en el barrio francés. Para abrir estas puertas, un practcante de Vudú debe resolver un acertijo usando el sigilo de invocación del mismo Barón Samedi, y al hacerlo puede encontrar el acceso para sacar las almas de los muertos y convertirlas en zombies.

El Purgatorio de San Patricio.
El Purgatorio de San Patricio.
Fundado en el siglo XV, el Purgatorio de San Patricio es un pequeño monasterio ubicado en la Isla Station de Irlanda; donde de acuerdo con la historia, San Patricio recibió visiones divinas de los tormentos del infierno y por ello construyó una iglesia sobre una caverna donde se suponía estaba la entrada al infierno.
La cueva ha permanecido sellada desde el 25 de octubre de 1632, y de acuerdo con los registros de peregrinos anteriores a esa fecha, la caverna era una fosa al fin de una caverna profunda que parecía no tener fondo. Curiosamente, se dice que el peregrinaje a la isla Station es tal vez el más difícil de realizar en el mundo cristiano.

El Cementerio Stull.
Las ruinas en el cementerio Stull.
El Cementerio Stull es un viejo camposanto ubicado en el estado de Kansas, en Estados Unidos; plagado de leyendas sobre apariciones, demonios y actividad paranormal intensa. Se le asocia también con cultos satánicos, brujas y hechiceros que realizan extraños rituales y sacrificios humanos a la luz de la luna llena.
En medio del lugar se alzan las ruinas de una iglesia en la cual, según la leyenda, Lucifer apareció en 1850 y convocó a una gran multitud de espíritus para que plagaran el lugar. Desde entonces, el Diavlo supuestamente aparece en el mismo lugar dos veces al año, durante la medianoche del equinoxio de primavera y en Halloween; e inclusive se rumora que aquí concibió a un niño deforme y cubierto de pelo similar al de un lobo. 
Pese a no tener tejado, se dice que la iglesia permanece completamente seca aún en días que caen lluvias torrenciales; mientras que en sus inmediaciones también se habla de luces que flotan por el aire, sombras espectrales y anillos de fuego que se forman de la nada. Como un dato curioso, cuando el Papa Juan Pablo II visitó Colorado en 1983, supuestamente ordenó que su avión privado se desviara en el aire para evitar pasar sobre Kansas; de donde provenía el terrible poder del cementerio Stull.

El Hueco de Satán.
La entrada al Hueco de Satán.
También en Estados Unidos existe un lugar conocido como "El Hueco de Satán", una serie de túneles que originalmente fueron diseñados como bocas de drenaje, pero que con los años ganaron una reputación ominosa gracias a los supuestos rituales cometidos por adoradores del diablo.
Al pasar por ahí, se pueden escuchar gruñidos y gritos que provienen de la oscuridad, una extraña luz que viene del fondo de los túneles e incluso una aparición oscura llamada "El Hombre Sombra"; el cual se dice es un demonio proveniente del infierno. Aparentemente este ser protege una entrada al Infierno ubicada en el fondo de los túneles. Un investigador paranormal grabó un video en el cual se puede ver a su equipo adentrándose en los túneles hasta llegar a un pasaje angosto y por el cual solo cabía una persona a la vez. Al atravesarlo, encontraron una habitación cuadrada llena de graffitis religiosos y el cual tenía una especie de aura sobrenatural.
De acuerdo con el investigador y su equipo, al estar en la habitación escucharon ruidos que sonaban como pisadas de alguien corriendo por el agua e incluso tuvieron contacto con un ser al que contactaron por medio de equipo electrónico. Lo más desagradable de todo, fue que la voz que les respondió por medio de FVEs, decía ser el mismo Satán; que confirmó que el Hombre Sombra vivía en los túneles y que un hombre de nombre Jake había sido sacrificado en esa habitación.

La Presa del Diablo.
La roca con forma del diablo cerca de la presa.
Construida en 1920 en las montañas de Pasadena, California; la presa del Diablo tiene la labor de controlas las aguas de deshielo provenientes de las montañas de San Gabriel, y recibe su nombre de una formación rocosa que asemeja a un demonio.  Curiosamente, aún antes de que se levantara la presa, la zona estaba llena de mitos y leyendas sobre espíritus malignos que acechaban a los nativos americanos.
En 1940, el científico y ocultista de nombre Jack Parsons, fundador de los Jet Propulsion Labs y miembros de la orden mística conocida como Ordo Templi Orientis, basada en las enseñanzas de Aleister Crowley; creía que la energía proveniente de la presa era potente y que el mismo Crowley la había llamado "una de las siete puertas al inframundo".
Parsons condujo varios rituales en la zona con el fin de abrir un portal a otra dimensión, desde la cual un gran número de entidades extrañas y negativas podrían invadir nuestro mundo. Se rumora inclusive que Parsons fundó cerca de ahí el campus de Jet Propulsion Laboratory con la creencia de que podía usar la energía mágica del lugar para sus propios fines.
La reputación siniestra del lugar viene también de las desapariciones súbitas de niños en las décadas de 1950 y 1960. En 1956, Donald Lee Baker de 13 años y Brenda Howell, de 11, desaparecieron mientras andaban en bicicleta en el área de recreo cerca de la presa. En 1957, un niño de ocho años llamado Tommy Bowman desapareció al adelantarse a su familia en una excursión, pese a que solo les llevaba una docena de metros de ventaja. En 1960, el niño de seis años Bruce Kremen se encontraba en un campamento de verano de la YMCA cuando desapareció de la faz de la tierra al caminar a las afueras del campamento.
La Presa del Diablo forma una zona conocida como "El Tríangulo de Arroyo" junto a un puente conocido como "El Puente del Suicidio" y una casa muy embrujada llamada la Mansión Cobb. En la Presa se siguen suscitando apariciones de ojos que brillan en la noche, sombras, gritos espectrales provenientes de un túnel y extrañas criaturas que desafían las leyes de la naturaleza.

Weasel Brook.
La entrada a Weasel Brook.
En Clifton, Nueva Jersey, existe un túnel conocido como el subterráneo de Weasel Brook; el cual conduce a una puerta que supuestamente lleva al infierno. Esta puerta está protegida por un demonio extremadamente rápido que ha sido bautizado como "Mike Ojos Rojos"; y se dice que del otro lado se encuentra una grieta adornada con graffiti satánico y un mensaje que dice "Tom lo hizo".

El castillo Houska.
El castillo Houska.
Construido en 1200 en lo que hoy es la República Checa, se dice que el castillo Houska se ubica sobre una gran fosa que conduce al infierno; y que vomitaba toda clase de criaturas demoniacas que aterrorizaban las aldeas locales por las noches.
La reputación del hoyo era tan ominosa que los criminales de la región eran arrojados a ella como castigo, y se decía que serían libres si podían escalar de vuelta. Solo un hombre lo hizo, pero la historia relata que al salir parecía haber envejecido 30 años cuando no había pasado más que un par de horas de haber sido lanzado al agujero.
Hay historias persistentes de demonios y fuerzas oscuras que habitan la zona, y que los frescos y esculturas en el castillo difieren de aquellos usados en los castillos de la época; pues representan demonios y seres monstruosos. Por estos poderes infernales, es que los Nazis usaron el lugar como base de operaciones en la Segunda Guerra Mundial y la sociedad de Thule realizó experimentos con el fin de ocupar su extraño poder.
Los visitantes al castillo dicen que en ocasiones pueden escucharse garras arañando el piso desde abajo, como si algo intentara salir. Otros reportes hablan de "gritos" provenientes de la capilla del lugar, apariciones que merodean las salas, un cadáver sin cabeza que atraviesa el patio principal escupiendo sangre, gente de sombras, murciélagos gigantes e incluso un monstruo que combina rasgos de humano, rana y bulldog. A esto se le añaden historias de objetos que flotan por los aires, visitantes agredidos por fuerzas invisibles, puntos gélidos y otros eventos inexplicables.

lunes, 21 de noviembre de 2016

La Bestia de Dean.

También conocida como Cerdo-Alce, la bestia de Dean es un críptido que se se dice parece un cerdo salvaje de proporciones descomunales; el cual ha sido avistado a las afueras de Gloucestershire, en el suroeste del Reino unido.
En el año de 1802, el bosque de Dean se convirtió en la sede de varios reportes que involucraban a un cerdo salvaje gigante, el cual había crecido tanto que podía alimentarse fácilmente de árboles caídos, que se movía aplastando arbustos y podía destrozar cualquier reja o cerca; sin importar lo bien construida que estuviera. El animal también era capaz de lanzar un rugido ensordecedor que hacía huir incluso a los más valientes.
Los cazadores locales se reunieron y llegaron a la conclusión de que la criatura no era algún cerdo salvaje que pudiesen haber encontrado previamente, o siquiera una especie nativa del área. Los encuentros continuaron hasta marzo de 1807; deteniéndose del todo durante los siguientes doscientos años. Sin embargo, muchas personas siguieron reportando escuchar gruñidos guturales en los bosques entre las aldeas de Parkend y Bream.

En 1998, dos locales llamados James Nash y Marshall Davies se encontraban pasando a través de los bosques cuando se percataron de que todo parecía demasiado silencioso. Al llegar aproximadamente a la mitad de la ruta entre Parkend y Bream, empezaron a escuchar el sonido de algo pisando las hojas en el piso del bosque y no tardó demasiado antes de que encontraran una sombra gigantesca que parecía acecharlos desde la distancia.
Al verse observada, la criatura persiguió a los hombres hasta llegar a Parkend; donde se detuvo en el lindero del bosque, rugió con fuerza tremenda y desapareció entre las sombras. 
 El último reporte ocurrió el 7 de noviembre del 2005. Una mujer se comunicó al diario "The Citizen" y dijo que su hijo y nuera habían estado de camino a su trabajo en Mitcheldean cuando se encontraron con un misterioso animal a las 5 de la mañana. Estaban en un cruce rural cuando vieron a un animal caminar a través de la carretera; una criatura peluda del tamaño de un perro grande pero que definitivamente no era un canino y parecía no temerles a los humanos.