viernes, 29 de enero de 2016

Kallikantzaroi.

Los Kallikantzaroi (singular: Kallikantzaros) son una especie de duendes malvados en la tradición del sureste de Europa y Anatolia, donde sus historias pueden hallarse en Grecia, Bulgaria, Serbia, Bosnia y Turquía. En Serbia se les conoce como "Karakondzula", en Anatolia son los "Karankoncolos" y en Bulgaria "Karakondjul"; pero sin importar la versión de la historia, estos pequeños seres aparecen siempre al finalizar el año, entre Navidad y el seis de enero.
Se cree que los Kallikantzaroi permanecen bajo tierra todo el año, intentando cortar el árbol del mundo para que éste colapse junto a la Tierra, y solo emergen a la superficie cuando llega la navidad y son libres de causar destrozos. Finalmente, regresan a su reino subterráneo el 6 de enero para continuar su labor; pero se encuentran con que el árbol del mundo ha sanado y deben comenzar su labor anual otra vez.

Descripción.
Como en la mayoría de las leyendas sobre entidades sobrenaturales, duendes y espíritus; la descripción de los Kallikantzaroi no es generalizada. En Grecia se les imagina con partes de animales como cuerpos peludos, patas con cascos o colmillos enormes de cerdo. 
Otros más cuentan que estos seres son apestosos humanos diminutos, otros que son únicamente masculinos y con características sexuales exageradas; en ciertas regiones de Grecia y Macedonia se les describe como humanoides altos, de pelaje negro, con ojos rojos que arden como brazas, orejas de burro, brazos de mono y largas lenguas que les cuelgan sobre el pecho.
La única creencia general en ellos es que son demonios de color negro, ciegos y que se alimentan de ranas, gusanos y otras alimañas.

La leyenda del Kallikantzaros.
Son criaturas de la noche, y se dice que la forma de protegerse de ellos es el de colocar un colador cerca de la puerta de un hogar para engañarlos. Los demonios pasarían toda la noche al pie de la puerta, contando los agujeros del colador hasta que el sol saliera y los obligara a ocultarse.
Otro método de protección era el de dejar una chimenea encendida, pues estos seres evitan entrar a lugares iluminados. En otras áreas la gente arrojaba zapatos a las llamas, pues se creía que el olor a pies era repulsivo para los Kallikantzaroi y los forzaba a ocultarse. 
Otras formas para mantenerlos a raya incluían marcar las puertas con una cruz negra en Navidad y quemar incienso.
Se dice que un niño nacido en los doce días entre Navidad y el seis de enero corre el riesgo de transformarse en Kallikantzaros durante cada Navidad una vez que llegan a a la edad adulta. El antídoto para esta transformación era atar al bebé con collares de ajo o paja, o quemarle las uñas de los pies. Según otra leyenda, cualquier persona nacida en sábado puede ver y hablar con los Kallikantzaroi.
En Grecia, el término también es usado para describir a otros seres maliciosos del folklore popular, similar a la palabra "duende" o "gnomo".

Karakondzula y los Días sin Bautizar.
En Serbia, a los doce días posteriores a la Navidad se les conocía como "los días sin bautizar", y se les consideraba una época en que las fuerzas demoniacas de todo tipo se encontraban más activas y peligrosas. Las personas evitaban salir durante la noche ya que los demonios llamados Karakondzula, seres gordos, jorobados y feos; saltaban sobre la espalda de las personas y las obligaban a caminar sin rumbo. Esta tortura terminaba al amanecer, pues el canto del gallo hacía huir a los monstruos.

Karankoncolos y Zemheri.
En el folklore de la región turca de Anatolia, es un tipo de boogeyman conocido como Karankoncolos el que representa la leyenda. Estos seres, a diferencia de sus congéneres en Grecia o Serbia; son molestos pero inofensivos, y de acuerdo al mito Otomano aparecen en los días del Zemheri "El Frío Terrible".
Su modo de actuar consiste en ocupar recovecos oscuros en pueblos y ciudades, donde esperan a que un peatón inocente pase por ahí. Al ver a una persona, comienzan a hacer preguntas inocentes; las cuales solo se deben responder con "Kara", la palabra turca para "negro". De lo contrario, el monstruo golpea a la persona hasta matarla.
Se dice que el Karakoncolos puede imitar la voz de los seres amados para inducir a alguien a exponerse a los fríos del Zemheri. 

Karakondjul, el que camina de noche.
En Bulgaria se les llama Karakondjul, "lso que caminan de noche". Existe una tradición búlgara llamada Kukeri, un ritual que es usado para ahuyentar a las criaturas del mal.

viernes, 15 de enero de 2016

El Mono Shug.

En la región inglesa de Suffolk existe un misterioso bosque conocido como Rendlesham, el cual es famoso por la gran cantidad de reportes sobre alienígenas, OVNIs, luces extrañas y criaturas monstruosas; los cuales le han ganado el nombre del "Roswell Británico".
Rendlesham continúa siendo motivo de debate, preguntando si los bizarros sucesos que en él transcurren son producto de actividad sobrenatural, experimentos gubernamentales secretos o presencias alienígenas. El área en sí mide cerca de 1,500 hectáreas y colinda con una franja costera conocida como Sandlings. Entre los animales que en ella habitan se encuentran el tejón, tres especies de ciervos, el zorro y una enigmática criatura que incluso ha sido considerada como "El Pie Grande de Inglaterra".

Rendlesham, así como las zonas cercanas de West Wratting y Balsham supuestamente son habitadas por un ser que ha sido conocido como el Mono Shug, y al cual se le describe como una quimera con rasgos de perro, oso y primate. El nombre "Shug" proviene del viejo término inglés "scucca", que significa demonio; o "shucky", el cual se traduce como peludo o lanudo. Es la misma raíz etimológica que le da su nombre al feroz perro demoníaco conocido como "El Black Shuck" (del cual se ha hablado anteriormente en este blog.
El nombre quizás no evoca el terror que sienten los nativos respecto al Mono Shug, pero la criatura es considerada una visión aterradora; una bestia desagradable que infunde terror en los corazones de aquellos lo suficientemente desafortunados como para haberse cruzado en su camino.

El encuentro de Sam Holland.
Poco después de Año Nuevo en 1956, Sam Holland se encontraba paseando por la campiña de Suffolk junto a su cocker spaniel, Harry. Al llegar al lindero del bosque, Holland pudo ver como una extraña bestia emergía de entre los árboles a quince metros de él: Un colosal animal cuadrúpedo del tamaño de un león, con pelaje negro y brillante. De acuerdo a Holland, el ser no asemejaba ni remotamente a ninguna otra bestia doméstica o salvaje de las Islas Británicas.
Lo primero que pensó fue que se trataba de algún animal exótico prófugo de un zoológico o de un dueño extremadamente rico. Lo que creyó se trataba de una pantera o un oso rápidamente reveló ser algo completamente distinto, pues giró la cabeza en dirección a Holland; mostrando un rostro similar al de un gorila. 
El Mono Shug observó a Holland por un momento, y después perdió interés; dando media vuelta para desaparecer en los árboles otra vez. Holland explicaría después que el animal era una combinación de simio, perro, oso, león y rinoceronte.
Los zoólogos y expertos en biología que escucharon la narración, concordaron en que la descripción no coincidía con ninguna de las bestias que pueden hallarse en el Reino Unido; y que seguro Holland se encontró con un oso o un simio que había escapado de alguna colección privada. Pero aún así, el hombre ha pasado su vida seguro de lo que vio ese día en el bosque; defendiendo que no se trataba de algún animal como un gorila, un orangután o un oso pardo; si no de algo más.
Hoy, con más de ochenta años, Holland cree que la naturaleza de la bestia es en realidad algo paranormal; no tanto un ser vivo. 

Jon Downes, director del centro británico de Zoología Forteana sostiene que una ex-novia suya, una investigadora situada en East Anglia; tenía en su posesión una cinta que mostraba las huellas de un gran animal, similares a las de un felino o un perro pero mucho más grandes y con marcas de uñas planas en lugar de garras; como las de un primate.
Otras personas en Cambridgeshire describen al Mono Shug como un híbrido de simio y perro que acecha en la calle de Slough Hill. En esa variación de la historia se le describe como un simio de ojos rojos y con el cuerpo de un gran perro ovejero de color negro; y no se cree que es un primate prófugo o un críptido como Pie Grande, si no un fantasma o demonio.

Shuggy.
En Glasgow, Escocia; existe la leyenda de Danny Thomas, un electricista que en una noche de enero de 1879 se suicidó al arrojarse desde el puente Tay hacia las aguas gélidas del Río Dundee. En los días siguientes a la muerte de Thomas, la familia y vecinos del occiso comenzaron a reportar encuentros con un Hombre Bestia peludo, de brillantes ojos plateados y que recorría el puente Tay por las noches. La bestia comenzó a ser conocida como el Shuggy.
Al Shuggy se le cree como un portador o causante de desgracias (similar al Mothman o al Barghest), pues el 28 de diciembre de ese año, una tormenta hizo colapsar el puente Tay cuando un tren pasaba sobre él; resultando en la muerte de casi setenta personas. La familia Thomas comenzó a creer que el electricista había vuelto del más allá como una retorcida monstruosidad que vivía en los puntos más oscuros bajo el puente; irradiando energía negativa y creando una atmósfera de muerte y putrefacción.

El Mono Humano.
Otra leyenda contemporánea a la del Shuggy es la del Mono Humano; un simio de ojos brillantes que ha sido visto constantemente desde 1879 en las inmediaciones de un puente que cruza el Canal Shropshire Union de Inglaterra. 
De acuerdo a la leyenda, el Mono Humano es una bestia sobrenatural que embruja el puente y ocasiona toda clase de accidentes.

La identidad del Mono Shug.
Los rasgos similares del cráneo de un babuino y un perro.
¿Pero qué clase de animal podría ser el terrorífico Mono Shug? Se podría considerar a algún babuino como el Chacma, el Hamadrias o el Papión Sagrado como sospechosos; pero la verdad es que si bien los rasgos de estos monos a cierta distancia podrían asemejar un híbrido de primate y canino (el hocico de los mandriles tiene una forma similar al de un perro), se descartan automáticamente por el hecho de que su tamaño es mucho menor al reportado por quienes han visto al Mono Shug.
Aunque podría considerarse una nueva especie o mutación del babuino; en especial si se toma en cuenta al Dinopithecus, un género extinto de babuino tan grande como un ser humano. 
Comparación entre el Dinopithecus, un humano y el Chacma; la especie
de babuino más grande en la actualidad.
Podría tomarse el caso de un gran canino como el Mastín Tibetano, el cual explicaría el tamaño y el pelaje negro y grueso. Aunque debe considerarse que estos perros son extremadamente caros y difíciles de hallar. Ciertamente la desaparición de un Mastín Tibetano no pasaría sin reportarse.
Mastín Tibetano.
Otros posibles culpables serían animales exóticos que hubiesen escapado o sido liberados por sus dueños a propósito. En la década de posguerra en Inglaterra, se produjo una moda entre las clases pudientes; la cual consistía en comprar toda clase de grandes felinos y animales salvajes como mascotas. Al menos hasta que se implementó una ley que obligó a los dueños a liberar a sus animales o donarlos a zoológicos y granjas.
Aquí hay paralelismos con el fenómeno de los Gatos Fantasma; pues muchos de estos como el Puma de Surrey o la bestia de Bodmin Moor han resultado ser leones, pumas, leopardos y tigres liberados por sus dueños; y que sorprendentemente se han adaptado a cazar a los ciervos y el ganado que habita la campiña inglesa. ¿Podría ser acaso que el Mono Shug sea un león con una mutación relacionada al melanismo?
Representación de un posible león con melanismo.
La referencia a gorilas y osos podría también tomarse a consideración, descartando al león en el proceso. Algunos reportes de encuentros con el Mono Shug indican que el ser es capaz de pararse sobre sus patas traseras y andar de forma bípeda por cortas distancias. Algo que tanto gorilas como chimpancés y osos pueden hacer fácilmente.
El que fuese un gran simio desconocido también explica las supuestas huellas del video descrito por Downes; pues las uñas de los grandes simios son completamente distintas a las dejadas por las zarpas de gatos, osos y perros.
Finalmente, existe la posibilidad de que el Mono Shug efectivamente sea una bestia paranormal, un fantasma o demonio comparable a la infinidad de Hellhounds y espectros que plagan la campiña británica.

martes, 12 de enero de 2016

Damballa.

Damballa (también conocido como Damballah o Danbala) es uno de los Loas más importantes en el panteón del vudú caribeño. Se le muestra como una gigantesca serpiente y se le define como el Padre Celestial y creador primordial de toda la vida en la Tierra.
Es el "Gran Maestro" que creó el cosmos usando sus 7,000 anillos para formar las estrellas y los planetas en el cielo, y también para darle forma a las montañas y valles de la Tierra. Al cambiar de piel, Damballa creó las aguas del mundo.
Se dice que su presencia trae paz y armonía, y como fuente de vida se le asocia con el agua y la lluvia. Por esta asociación con la creación de todo, a Damballa Wedo se le considera un padre amoroso y como poseedor de una fuerte conexión con los ancestros. Su pareja, Ayida-Wedo también está asociada con las serpientes y se le considera una fuerza creadora; de ahí que muchas veces los símbolos de Damballa muestran a dos serpientes en lugar de una sola.

Damballa gobierna sobre el intelecto y la mente, así como el balance cósmico. Es el protector de los discapacitados, los deformes y los albinos. En su aspecto Petro es Damballah Nan Flambo, "Damballah de la Flama" y se cree que habla por medio del fuego.
Se cree que se manifestó a través de San Patricio, quien expulsó a las serpientes de Irlanda; y de Moisés cuando su bastón se transformó en una culebra. Al poseer a un humano, Damballa no habla como los otros Loas; si no que solo silba y sisea. Sus movimientos son serpentinos e incluyen el arrastrarse en el piso, mostrar la lengua e intentar escalar objetos altos.
En Haití se le venera como un dios de la fertilidad y padre de los demás dioses del vudú. Ahí se le llama "Bon Dieu" o "Buen Dios", y su esposa es la Diosa Arcoiris junto a la cual representa las cualidades masculinas y femeninas de la vida, la tensión y el balance. Damballa es visto como un ser inocente y benéfico, silencioso y siempre vestido de blanco. 
Su día de la semana es el domingo, su color el blanco, y sus símbolos son la serpiente y el huevo; siendo estos últimos usados en ofrendas para el dios.

Mythos de Cthulhu no.10 - La trinidad demoniaca.

En los Mythos de Cthulhu de H.P. Lovecraft existe una serie de historias cortas conocida como el Ciclo de Leyendas Xothico, escritas por Lin Carter. El ciclo está centrado en una serie de deidades conocidas como "Los Hijos" de Cthulhu: Ghatanothoa, Ythogtha y Zoth-Ommog; los cuales aparecen en las historias "El Que Yace en la Tumba" (1971), "Fuera de las Épocas" (1975), "El Horror en la Galería" (1976), "La Cosa en el Foso" (1980) y "La Herencia Winfield" (1981).
El ciclo introduce elementos de los Mythos como las Tabletas de Zanthu, la Escritura de Ponapé, el Padre Ubb y los Yuggs; y los dos malévolos Antiguos Ythogtha y Zoth-Ommog.

La Trinidad Demoniaca.
La Trinidad Demoniaca son los hijos del Gran Cthulhu, todos ellos procreados con una deidad casi femenina conocida como Idh-yaa en un oscuro mundo cercano a la estrella binaria de Xoth.
Ghatanothoa.
Chatanothoa, Primogénito de Cthulhu: Ghatanothoa es una colosal monstruosidad amorfa, un ser tan repugnante que cualquiera que lo mire (o a una réplica) es petrificado. Esta maldición similar a la de Medusa convierte la piel de la víctima en cuero duro pero preserva el cerebro y los órganos internos intactos; dejando a la víctima atrapada en un caparazón inmóvil hasta que el cerebro sea destruido.
Ghatanothoa era el Dios más temido y respetado en el antiguo continente de Mu, y previo a la destrucción de dicha tierra, su culto era el más poderoso.
En la actualidad, Ghatanothoa yace atrapado bajo el monte Yaddith-Gho, en las ruinas hundidas de Mu. Se cree que llegó a la Tierra gracias a las elucubraciones de una raza antigua y alienígena; posiblemente los Mi-Go o los Hongos de Yuggoth. 
Muchos han intentado derrotar a Ghatanothoa en vano. Entre estos se encuentra Tyog, Sumo Sacerdote de Shub-Niggurath; cuya historia puede leerse en el grimorio de "Unaussprechlichen Kulten" escrito por Friedrich von Junzt. 
Ythogtha.
Ythogtha: Segundo Hijo del Gran Cthulhu, y similar a una gigantesca rana humanoide con un único ojo de gran tamaño en el centro de su frente, similar al Cíclope. De su cabeza malformada crece una gruesa melena y barba de tentáculos.
Ythogtha es increíblemente grande, pues el gran hechicero Zanthu intenta liberarlo y describe las zarpas pegajosas del Dios como cimas de montañas. Los Dioses Arquetípicos aprisionaron a Ythogtha en el Abismo de Yhe, donde es servido por los  yuggs y su señor, Ubb, Padre de los Gusanos.
Zoth-Ommog.
Zoth-Ommog: Tercer Hijo del Gran Cthulhu. Cuenta con un cuerpo cónico y una cabeza similar a la del Tyrannosaurus Rex. Se sostiene con cuatro amplios brazos llenos de ventosas. No se sabe como nada o camina por el fondo del océano, pero se cree que tiene un fuerte pie como el del caracol; similar a la Gran Raza de Yith.
Zoth-Ommog fue aprisionado y sellado bajo las aguas próximas a Ponapé y R'lyeh. Como su hermano mayor Ythogtha, Zoth-Ommog es servido con devoción por el Padre Ubb y sus Yuggs. La saga de Zoth-Ommog y su leyenda está escrita en el Texto de R'lyeh y la Escritura de Ponapé.

Kushtaka - El hombre nutria.

El Hombre Nutria en "Destination America".
El Kushtaka o Kooshdakhaa es una monstruosa bestia hallada en las historias de las tribus Tlingit y Tsimshian del sureste de Alaska. El nombre de la bestia se traduce como "hombre nutria", y al ser se le describe como exactamente eso: un humanoide de entre 1.80 y 2.10 metros de alto, cubierto de brillante pelaje café o negro, ojos brillantes, dedos terminados en zarpas y afilados colmillos. 
Se le compara usualmente con el Sasquatch, el Wendigo y el Hombre Lobo; pero comúnmente se le denomina como "Otterman" (Hombre Nutria) y también se le dice "El Otro Pie Grande".

Los Tlingit tienen mucho cuidado al tratar con la bestia, evitando lo más posible el aventurarse en su territorio. Y es que de acuerdo a la leyenda, el Hombre Nutria es conocido por su crueldad y naturaleza siniestra; pues siempre busca atacar a los humanos con saña. También es sobrenaturalmente rápido, heredando la agilidad y velocidad de la nutria en el agua; y cuenta con una durabilidad sobrenatural que lo hace inmune a las flechas y cuchillos de los cazadores suficientemente tontos para enfrentarlo.
Es muy astuto y tiene el poder de imitar sonidos humanos, en particular el llanto de un bebé o los gritos de una mujer. Estos sonidos los ocupa para atraer víctimas hacia la orilla del agua; donde los ataca con sus afiladas zarpas y colmillos. De manera interesante (y similar al licántropo del folklore europeo) la mordedura del Hombre Nutria cuenta con una maldición capaz de convertir a la víctima en otra bestia idéntica.
Esta bestia del agua es asiduo a devorar marineros y niños que se acercan mucho al borde del agua, siendo estos últimos su presa favorita. Inclusive llega a secuestrar niños con el fin de convertirlos en futuros Hombres Nutrias.

Dependiendo de las leyendas, el Hombre Nutria puede incluso llegar a ser benevolente y salvar a alguien de ahogarse. En otras variantes cuenta con poderes mágicos que le ayudan a hacer que las personas se pierdan en el bosque al crear ilusiones con la forma de los seres queridos de sus víctimas; posiblemente un poder telepático para discernir los pensamientos de los hombres.
Pero al igual que el Hombre Lobo o el Vampiro, el Hombre Nutria tiene una extraña debilidad fatal: le tiene un terror increíble a los perros. Las dagas hechas con huesos de perro o lobo son particularmente efectivas, pues neutralizan la durabilidad mágica de la bestia; aunque debe saberse que solo los huesos de un perro muerto de manera natural funcionan como armas.
Otras historias mencionan que le teme al fuego, al cobre y a la magia de los chamanes.

Harry Colp.
El único caso documentado de un encuentro con el Hombre Nutria tuvo lugar en 1900, cuando un explorador llamado Harry Colp y dos amigos se encontraban en una expedición al glaciar Patterson al norte de Thomas Bay. Al lugar se le conocía en ese entonces como La Bahía del Mal, luego de que una avalancha matara a más de quinientos pobladores unas décadas atrás; acto que se creía fue cometido por un Hombre Nutria de gran poder.
Colp se encontraba recolectando cuarzos cuando se encontró con un grupo de seres que describió como bestias peludas que no eran ni hombres ni monos. Los seres intentaron capturarlo pero no contaban con que Colp estaba fuertemente armado con un rifle de cacería. Tras vaciarles el cargador, les arrojó el arma y salió despavorido del glaciar; decidido a no volver jamás.

lunes, 11 de enero de 2016

Slender Files - El caballero de Cannock.

A comienzos del 2015, la comunidad británica de Cannock fue sede de una serie de encuentros con una extraña entidad sobrenatural que de acuerdo con conocedores del tema, podría haber sido el famoso Slender Man.
El investigador paranormal Lee Brickley, mismo que investigó la aparición de un pavoroso niño de ojos negros en Cannock Chase durante el 2014; se mostró confundido por la racha de avistamientos y las condiciones en que se daban. El primero tuvo lugar el 14 de diciembre del 2014 a las dos de la mañana; cuando una mujer local llamado Pye Green fue despertada por el sonido de algo que arañaba una de las paredes de su habitación.
Pensando que se trataba de una rata o un gato que se estuviese refugiando en el espacio del interior de las paredes, Green se levantó de la cama para averiguar. Ahí en la oscuridad, pudo ver una sombra "redonda" cerca de su armario. Al acercarse, la sombra comenzó a alargarse hacia el techo y desarrolló o reveló un rostro blanco y una boca llena de dientes como clavos.
Días después, un residente del área de Slitting Mill dijo haber sufrido de algo similar. En su caso, se despertó a mitad de la noche y se encontró cara a cara con un hombre vestido de negro que flotaba sobre su cama y producía un aura intimidante.
El hombre dijo que "Slender Man" flotó hasta el techo y desapareció al cabo de unos segundos.
No pasó demasiado tiempo para que un tercer habitante reportara un encuentro cerca de Castle Ring, las ruinas de un fuerte antiguo usado por druidas durante las celebraciones del solsticio de verano. De acuerdo al residente anónimo, se encontraba paseando de noche cuando el encuentro tuvo lugar:

"Me di cuenta de que había una figura extraña a lo lejos. Parecía salir de los árboles y flotar sobre el camino a cien metros enfrente de mí. Estaba muy oscuro, pero podía verlo claramente por las luces que venían de Rugeley. También era una noche despejada. Si lo pudiera comparar con algo, diría que se veía como un caballero victoriano: un abrigo negro y largo, y con un sombrero de bombín. Sé que no era un humano, porque volaba y tenía ojos rojos que brillaban en la noche. También tenía una boca llena de dientes que parecían navajas. Cualquier cosa que fuese... dejó de flotar y descendió entre los árboles."

Hubo un cuarto encuentro en la misma área que motivó a Lee Brickley a lanzar una investigación oficial respecto al fenómeno. Para sorpresa de Brickley, un poblador de Cannock logró tomar una fotografía en la cual aparecía el supuesto ente.
"Parece como la parte superior de Slender Man, sus hombros y cabeza; con la parte inferior cubierta por los arbustos. No podía creerlo. Podía ser él. Tal vez tenía sentido con todos estos avistamientos."
La supuesta fotografía.

La boda fantasma.

"Tuve una niñez promedio, sin sorpresas desagradables o encuentros con lo sobrenatural. Al menos hasta una noche de cuando tenía 13 años.
Solía tener un amigo con el cual tomaba largos paseos en bicicleta hasta una colina pronunciada, donde pedaleábamos hasta la cima y después dejábamos que la gravedad y la pendiente nos impulsaran de regreso a casa. 
En una ocasión, decidimos ir a un parque local donde acababan de inaugurar una pista de ciclismo. El sitio era fenomenal, y estuvimos carrereando hasta que se hizo de noche. Como sabíamos que nuestros padres nos molerían a golpes por pasarnos del tiempo permitido, decidimos cortar camino a través del parque y así llegar más rápido. 
Quiero aprovechar para explicar que al final del parque había una parada de autobús y un poste telefónico con un gran letrero que decía "Parada" en letras grandes. En esa ocasión, al pasar cerca de él, vimos que en el poste había un letrero mucho más grande que decía "Boda Hoy" y que cubría el de la parada por completo. No pensé mucho en ello, pues a veces se rentaba un kiosco del parque para fiestas, cumpleaños y ceremonias de bodas. No era raro en lo absoluto.
Pedaleamos por el interior del parque hasta llegar al kiosco en el centro, donde vimos un gran grupo de personas reunidas ahí, todos muy elegantes.
Lo que llamó mi atención fueron dos cosas: lo primero, que parecían salidos de la década de 1920. Las mujeres llevaban grandes vestidos blancos, y los hombres usaban trajes costosos con sombreros de copa. Lo segundo fue al acercarnos.
Mi amigo pareció asustarse y empezó a pedalear más rápido una vez que pasamos junto al kiosco. Entonces ví porqué. ¡Nadie tenía pies! ¡Todas las personas flotaban en el aire, y parecían transparentes!
Aceleramos para salir del parque y regresar a casa lo más rápido posible. Al pasar de vuelta por la parada de autobús, me di cuenta de otra cosa muy curiosa: El letrero de "Boda Hoy" ya no estaba ahí.
Regresé a casa y le platiqué a mis padres, que naturalmente no me creyeron y pensaron que se trataba de una excusa para cubrir el hecho de que había llegado muy tarde. 
Me quedé castigado un par de días y fui enviado a mi habitación sin cenar. Seguí pensando en lo que vi durante toda la noche, así que ya se imaginarán lo asustado que me sentí cuando vi un viejo sedan cruzando la calle muy despacio. Al pasar frente a mi casa, redujo la velocidad y me di cuenta de que en el interior se encontraban algunas personas con la misma ropa de la "boda" en el parque.
Todos giraron la cabeza y me miraron fijamente por un momento, antes de desaparecer."