miércoles, 5 de abril de 2017

Las sirenas asesinas de África.

"Se ha reportado que dos niños de la escuela secundaria de Ganye estaban arreando ganado cuando vieron una sirena en la represa. De acuerdo a un amigo de los chicos fallecidos, los muchachos saltaron al agua e intentaron atrapar a la sirena al creer que se trataba de un gran pez. Pero la sirena los jaló al fondo del agua."

El texto anterior no es una historia de horror o una leyenda urbana, si no una declaración oficial del jefe Nemangwe de la localidad de Gokwe, en el país africano de Zimbabwe; donde recientemente los cuerpos de dos niños fueron hallados con marcas extrañas al borde de un lago.
El hecho ocurrió el 19 de febrero de este año, en un área donde varios testigos dicen haber visto una sirena en los bancos de arena y las aguas cercanas a una presa. De acuerdo con el tercer muchacho sobreviviente, la sirena los ahogó y después los arrojó al borde del agua. Las investigaciones policiales no prosiguieron, pues de acuerdo a las tradiciones de la localidad, es de mala suerte intentar agredir a las supuestas sirenas que habitan las aguas.

Como esta historia hay muchas, ya que en África las sirenas no son las mujeres hermosas de las leyendas occidentales; si no bestias marinas similares a simios o poderosos demonios acuáticos. 
En Zimbabwe, hay una infinidad de leyendas sobre una raza de sirenas conocidas como "Mondao", seres maliciosos que disfrutan ahogar a bañistas y nadadores en los lagos.
En el año 2012, en la misma presa Gokwe se detuvo el trabajo de remodelación debido a que los trabajadores se quejaron de estar siendo aterrorizados por sirenas que parecían mujeres pálidas con cabello negro y colas de pescado. Los trabajadores se vieron tan aterrados que el ministro de recursos hidráulicos de Zimbabwe tuvo qué testificar ante el parlamento del país para explicar la situación y buscar un arreglo. 
La primer opción fue llevar trabajadores blancos de Sudáfrica, que eran menos supersticiosos y sin conocimiento de las leyendas de Zimbabwe; pero estos también dijeron haber visto a las sirenas y se negaron a continuar trabajando. Al final, se llegó a la decisión de consultar con líderes tribales y brujos que hicieron un ritual para apaciguar a las bestias.
Según los líderes tribales, casi todos los lagos y reservas de la región son habitados por sirenas, y las presas son sitios que disfrutan en particular. Por ejemplo, la gran presa del lago Kariba es un punto clave en avistamientos de sirenas. 
Las mismas autoridades de Zimbabwe consideran a las sirenas como seres reales, y anualmente se realizan sacrificios de ganado y rituales al borde del agua para mantenerlas tranquilas y evitar que ataquen a los humanos que se acercan a los lagos.

Los mitos se extienden al país vecino de Sudáfrica, donde hay pinturas rupestres de humanoides con colas de sirena en la región habitada por la tribu Khoi-san; uno de los parajes desérticos más inhóspitos del país y al que se le conoce como el Karoo. Per se dice que la región alguna vez estuvo bajo las aguas, y que las sirenas continúan viviendo en las selvas de Karoo del sur, una zona famosa por sus manantiales de montaña y cavernas acuáticas en lagos de montaña.
Estas sirenas en especial son sumamente hostiles, y buscan atraer a los viajeros al borde del agua para alimentarse de ellos. A diferencia de sus congéneres en Zimbabwe, estas no son seres de carne y hueso; si no demonios o espíritus temidos y reverenciados por las tribus de la región.
Pinturas rupestres en Karoo.
En otras partes de Sudáfrica, las sirenas son conocidas como "Caimanes", y se les describe típicamente como una raza de criaturas demoniacas que ahogan a sus víctimas y asemejan a mujeres con cabello negro y brillantes ojos rojos. En el 2008, la aldea de Surbraak experimentó una racha de encuentros con una criatura que parecía una mujer blanca con cabello negro. Esta fue vista en varias ocasiones, y siempre parecía estar imitando los movimientos de alguien ahogándose para atraer a sus víctimas.
Un joven en particular intentó auxiliarla, saltando al agua. Pero regresó a la costa a toda velocidad al cabo de unos segundos, completamente aterrado. Al cuestionarle sobre lo ocurrido, el joven narró que los ojos de la mujer brillaban como los faros traseros de un auto y que tenían un cierto poder hipnótico.
Otro joven también dijo haber visto a la mujer mientras pasaba por un puente, y dijo que hacía un sonido similar al llanto de un bebé y estaba acompañada de un brillo plateado. 
El 31 de diciembre del 2015, un niño de 12 años en la comunidad de Mpumalanga fue a reunirse con amigos al delta del río Sabie, y desapareció sin dejar rastro. Las autoridades achacaron la desaparición a las corrientes del río o incluso a un cocodrilo, pero un testigo de la zona dijo haber visto como el muchacho era arrastrado al agua por una mujer pálida. 
En Mapobane, al norte de Pretoria; existe una sirena que acecha en la presa Marikana y que es culpable de haber matado a más de una persona. Se le conoce como la Mamogashwa, y ha sido vista merodeando bajo la superficie del agua en áreas poco profundas. Se cree que la Mamogashwa no solo ahoga a la gente, si no que cuenta también con el poder de producir pesadillas a quienes la han visto.
En abril del 2016, el sitio del diario Rekord North publicó el relato de un grupo de jóvenes que estaban caminando por la presa cuando vieron a una mujer nadando en las aguas, invitándolos a acercarse. Al hacerlo, notaron que no se trataba de una mujer común y corriente; si no que tenía un cuerpo de pez de la cintura para abajo. Los chicos intentaron correr, y fue ahí que la sirena saltó de las aguas en forma similar a un tiburón blanco para atrapar a uno de ellos y arrastrarlo al fondo del lago. 
Al volver con ayuda, los chicos encontraron a su amigo flotando sin vida a unos cuantos metros de la presa, con marcas de garras en el cuerpo. De acuerdo con el diario, los residentes del pueblo saben que la sirena ha matado al menos a tres personas y que incluso la policía teme acercarse a la presa.

En Tanzania, el 21 de mayo de 1996 se volcó un ferry de nombre MV Bukoba a 56 kilómetros de la costa de Mwanza. El desastre le costó la vida a cerca de mil personas, entre ellas Abu Ubaidah Al-Banshiri, quien en aquél momento era el segundo al mando de la organización terrorista Al-Qaeda y el lider de la rama africana.
El equipo de buzos de rescate enviados por el gobierno de Tanzania se vio forzado a huir del sitio del desastre al ser perseguidos por sirenas, que supuestamente les hablaron y les ordenaron largarse del sitio o atenerse a las consecuencias. Se dice que varias de estas sirenas persiguieron a los buzos.

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