domingo, 19 de octubre de 2014

Amemait - El devorador de Almas.

El Devorador.
En la mitología egipcia, Amemait, también conocido como Ammut, Ammit o Ahemait; es un demonio femenino apodado "el devorador de almas"; al que se le representa como una bestia que mezcla rasgos de león, hipopótamo y cocodrilo, tres "devoradores" de hombres según las tradiciones egipcias. 
Al ser una deidad funeraria, sus títulos también eran "Devorador de los Muertos", "Comecorazones" o "Gran Muerte". El Amemait vivía cerca de la balanza de la justicia en Duat, el inframundo egipcio. En la Sala de las Dos Verdades, Anubis pesaba el corazón de una persona contra la pluma de Ma'at, la diosa de la verdad; y si el corazón era impuro, Amemait lo devoraba y la persona bajo juicio no podía continuar su viaje hacia Osiris y la inmortalidad.
Una vez que el Amemait devoraba el corazón, esa alma quedaba condenada a permanecer vagando por siempre en el inframundo; lo que también se conocía como "morir una segunda vez". El Amemait también vivía cerca de un lago de fuego, en el cual los corazones a veces eran arrojados para ser destruidos.
Al Amemait no se le reverenciaba, pues de hecho representaba todo lo que los egipcios temían; una criatura que los amenazaba a permanecer sin descanso.

Ahzi Dahaka

"Azi Dahaka, aquél de tres bocas, tres cabezas y seis ojos; quien tiene mil sentidos,
ese más poderoso y demoniaco Druj, el demonio, terror del mundo, el Druj más
fuerte que Angra Mainyu creó contra el mundo material. Aquél que destruye el bien."
-Khorda Avesta, Himno a las Aguas.
En las mitologías persa y zoroastrianas, Azi Dahaka era un hijo de Angra Mainyu/Ahriman y la demonia Autak; un Druj (también llamado Droudje o Druge), un monstruoso demonio de las mentiras.
Angra Mainyu, el Gran Mal; creó al Azi Dahaka para destruir la fé de las personas, y como un poderoso demonio, se asociaba con los Bushyansta; que eran demonios amarillos de la pereza, encargados de hacer que los hombres pasaran el tiempo dormidos y evitaran sus responsabilidades religiosas.

En el Ayesta, Azi Dahaka gobernó el segundo milenio de la historia humana, que correspondía al octavo milenio de la creación; y era una bestia maligna que buscaba extinguir toda la vida mortal de la tierra. En otros textos se le mencionaba como un dragón que buscaba matar al primer ser humano, Yima.
El argumento constante mencionaba que el Azi Dahaka era el emisario del mal más diabólico, poderoso y peligroso; y que no existía un héroe capaz de vencerlo. Que el Azi Dahaka no podía ser derrotado en sí, si no solo contenido y confinado a una prisión bajo el Monte Devamand; donde permanece encerrado hasta el día actual.
El encierro del Azi Dahaka sería solo temporal, y durante el fin del mundo; saldría libre para desatar sus poderes en el planeta, acabando con un tercio de la población humana. Luego cometerá pecados horribles y acabará con una tercera parte de todos los animales y la vegetación; hasta que el héroe Keresaspa sea resucitado y use su garrote mágico contra el demonio; lo que ocasionará que Angra Mainyu, que representa el mal de toda la creación, enfrente a Keresaspa en una lucha final en el río de fuego, Avohsust.

Descripción.
Azi Dahaka en el sueño de Adjahak.
A Azi Dahaka se le representa como una serpiente o dragón de tres cabezas, o una serpiente con tres bocas, tres rostros y seis ojos. En su forma mortal, conocida como Zohak; aparece como un hombre de tres cabezas, dos de serpiente y una humana. Alternativamente, también se manifiesta como una serpiente tricéfala de seis ojos, tres pares de colmillos o tres quijadas; y cada una representa algo: dolor, muerte y angustia.
De manera un poco más rara, se le describe como poseedor de siete cabezas, y cubierto de toda clase de criaturas viles y peligrosas como escorpiones o lagartos. Incluso en algunas descripciones, es puesto como una serpiente alada, con una envergadura tal que cubre los cielos.

Origen.
El término "Azi" es la palabra Avestana para "serpiente" o "dragón"; una deformación del termino sánscrito de los Vedas, "ahi", que también significa serpiente y no tiene implicaciones siniestras. Azi y Ahi están relacionados con el griego Ophis, el latín Anguis y una palabra eslava para serpiente.
El término "Dahaka" no tiene un origen definido, y se cree que puede originarse en las palabras sánscritas para "quemadura" (Dahana), "hombre" (Daha), "enorme" o "extranjero" (del védico Dasas) o como un adjetivo en sí, de acuerdo a la mitología persa.
El término Avestano Azi Dahaka y el pérsico Azdahag significan "demonio de la codicia", la figura mitológica armenia llamada Azdahak, el pérsico moderno Ejdehá, el tajik Azdahá o el Urdu Azhdaha; así como el kurdo Hazdiha, que significa "dragón".
El grupo de pterosaurios Azhdárchidos toma su nombre de la palabra persa para dragón, Azi.

Además del Azi Dahaka, existen otros dragones y criaturas serpentinas en la mitología zoroastriana:
  • Azi Sruvara, el dragón cornudo.
  • Azi Zairita, el dragón amarillo asesinado por el héroe Keresaspa.
  • Azi Raoioita, el dragón rojo concebido por Angra Mainyu para conducir un invierno en reacción a la creación de los Airyanem Vaejah por Ahura Mazda.
  • Azi Visapa, el dragón de ponzoña asesina; que consume las ofertas a Aban hechas entre el ocaso y el amanecer.
  • Gandaraeba, el dragón de garras amarillas del mar Vourukasha, que puede devorar doce provincias de un bocado. 

La cabaña Brunckow.

Fotografía actual de la cabaña.
Al suroeste del poblado de Tombstone Arizona, se encuentra la ruina de una vivienda conocida como la Cabaña Brunckow; a la cual también se le llama "la cabaña más sangrienta en la historia de Arizona" debido a que entre 1860 y 1890 se cometieron en ella más de una veintena de muertes.
La mayoría de las víctimas permanecen enterradas en tumbas sin marcar cerca de la propiedad, 

Frederick Brunckow.
El dueño original de la cabaña era Frederick Brunckow, un inmigrante alemán que llegó a los Estados Unidos en la década de 1850; uniéndose a la Sonora Exploring and Mining Company como ingeniero minero; labor que lo llevó al oeste del país.
En 1858, Brunckow dejó la Sonora Company para fundar su propia mina, la cual se ubicaba a cuatro kilómetros al sur de lo que en el futuro sería el pueblo de Tombstone; cerca del Río San Pedro. A Brunckow se le unieron un químico llamado John Moss, el cocinero alemán David Brontrager, y dos mineros llamados James y William M. Williams.

La mañana del 23 de julio de 1860, William Williams fue a Fort Buchanan para comprar harina. Al regresar la noche del 26 del mismo mes, se encontró con que la tienda había sido saqueada; así como el cadaver de su primo James, quien había sido asesinado a sangre fría. Williams regresó a Fort Buchanan para pedir ayuda, y al volver a la mañana siguiente; él y varios soldados más encontraron otros dos cuerpos: Morse, que yacía devorado por animales afuera del campamento, y el mismo Brunckow, que fue ejecutado con un taladro para roca y dejado en la entrada de la mina.
Brontrager y los trabajadores mexicanos al servicio de la compañía habían desaparecido, así como unas cuantas cabezas de ganado y 3,000 dólares. Esa misma noche, Brontrager llegó a un campamento cercano y le contó a los mineros ahí que había sido secuestrado por los trabajadores mexicanos, quienes se volvieron en contra de él y sus amigos unas horas después de que William Williams había abandonado la mina; y que lo dejaron ir libre porque creyeron que era un buen católico.
Los soldados enterraron a Brunckow y los demás cadáveres en la cabaña, y jamás se arrestó a los asesinos.

Para 1880, el número de muertes dentro de la propiedad sobrepasaba la veintena; entre ellas el sheriff Milton B. Duffield, asesinado por un hombre llamado James Holmes tras una disputa sobre el título de la propiedad; y el famoso bandolero llamado Frank Stilwell, quien fue asesinado por el reconocido pistolero Wyatt Earp.
Tal historial hizo que varios periódicos de Arizona empezaran a reportar "apariciones fantasmales" de las víctimas en la cabaña. En 1881, el Arizona Democrat del poblado de Prescott, discutió la historia de la cabaña como una de "violencia y asesinato ininterrumpidos", afirmando que en el tiempo entre la muerte de Brunckow y la fecha de publicación del artículo; otros diecisiete hombres habían sido asesinados en el interior. El periódico también aseguró que el terreno estaba embrujado: "Las tumbas son muchas en el exterior de la vieja cabaña de adobe... capataces y mineros evitan el sitio como si se tratase de la plaga; y muchos de ellos pueden afirmar que los espíritus inquietos de los fallecidos gustan de merodear la escena".
El Tombstone Prospector incluso menciona la existencia de un fantasma que camina por la cabaña durante la noche, y que se desvanece cuando alguien se le acerca. El periódico también explica que muchas personas que visitan la cabaña reportan haber escuchado los sonidos de trabajadores en la mina y de alguien serruchando madera.